lunes, 24 de noviembre de 2014

¡¡SOMO POCOS, PERO SOMOS MACHOS!!

¡¡SOMO POCOS, PERO SOMOS MACHOS!!

JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información

Las comunidades indígenas tendrán en la COP 20 un Pabellón completo de 120 M2 para exponer su problemática. El punto de encuentro será en "El Pentagonito" para comienzos de diciembre de este año.

Hay un tema de auto percepción en las comunidades indígenas. Sus dirigentes se sienten excluidos del debate en el Cambio Climático. 

Creen que en esto debe incluírseles con sus derechos humanos. Y también se quejan que los hayan demonizado. 

Los empresarios son los buenos y ellos son los malos, dijo el dirigente indígena panameño Estebancio Castro Díaz. 

¡Por qué no se trata los derechos humanos? se preguntó y luego se respondió el mismo. Porque el Convenio Marco dice que sólo hay que tocar negocios. Y luego recordó que se les debería tomar en cuenta porque los indígenas tienen miles de años en sus sitios de origen y los países, tal como los conocemos ahora, 200 años. 

Sin embargo, junto con otros dirigentes, Estebancio critica que por defender el medio ambiente se haya criminalizado sus actos y recuerda que los bosques son vida para ellos. 

Citó el caso de la construcción de centrales hidroeléctricas para el 2016, pero tal como están planteadas las cosas, para ellos es la migración de miles de familias enteras, la reubicación de otras y la desintegración varios pueblos. 

No están dispuestos a ceder sus territorios si ello pone en peligro la vida de sus familias. ¡Somos pocos, pero somos machos!, dijo uno de los dirigentes en medio de las risas de los asistentes tanto locales como extranjeros. 

Una mujer saltó del asiento y criticó el machismo con que hablaba el dirigente a lo que éste respondió que en su hábitat no hay discriminación de género -la mujer en la copa del árbol y el hombre en el campo- sino integración de géneros en una misma causa.

Por eso, defienden su seguridad alimentaria y su territorialidad y su suelo. No se oponen al desarrollo, dicen, pero creen que se les debe informar lo que están haciendo alrededor de sus tierras. Piden información y respeto. 

Fuente: Diálogos con Grupos de Interés Globales – Naciones Unidas

SI USTED HABLA CON PERIODISTAS, ME GUSTARIA CREER QUE ESTO HARÁ

SI USTED HABLA CON PERIODISTAS, ME GUSTARIA CREER QUE ESTO HARÁ 

JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN

Con frecuencia escucho a gente que sale a la luz pública que habla mal de los periodistas por las cosas que éstos ponen en los titulares. Algunos, con agresión verbal, los maldicen y lamentan haberles abierto las puertas de su oficina. ¿Los periodistas? ¿Qué culpan tienen los periodistas? 

La culpa la tiene usted porque no sabe las técnicas ni domina las estrategias para hablar con la gente de prensa. La clave de todo está en dejar el tonteo. No tontee a los periodistas. Tiene efecto de "boomerang". 

No pierda el tiempo. Siempre me acuerdo de Patricia Janiot en una conferencia de la universidad de Washington. El gobierno es el que da las buenas noticias. La prensa da las malas. Ese es su rol, pero con un ojo crítico constructivo para que la persona pública o privada no meta la mata y no afecte el bien público. 

Se saluda lo bueno, se critica lo malo, pero un periodista no se deja emocionar ni con uno ni con otro. Así también es con la empresa privada. De manera que hay que tener cuidado cuando uno habla con periodistas. Difícil hablar y escribir esto para mí porque es como ponerme en el otro lado del mostrador. 

Sin embargo, hay cosas a tener en cuenta porque, a veces, son mal interpretados los periodistas cuando no se conoce su rol. Nunca hable abiertamente ni responda a hipótesis. A lo mejor son cosas que no ocurrirán nunca, pero usted ya tocó el tema. 

Lo mejor es imaginarse lo que podría ponerse en un titular si usted afirma tal o cual cosa. No confíe en el "off the record". Claro, los periodistas honestos lo respetan, pero de todo hay en esta viña del Señor. 

No se ponga a hablar en el plan de amigo, de aliado, de compadre porque el periodista honesto publicará la verdad, cueste lo que cueste. El periodista no tiene compadres, no entra en compadrazgos. Jamás le mienta a un periodista. Mire, es preferible que usted lo objete públicamente a que le mienta. 

Además, que se afecta la imagen de quien lo hace, la prensa encontrará hasta en un tacho de basura lo que usted oculta. No le quepa duda. Trate de ser agradecido. Si usted es una persona pública -congresista, ministro, presidente, vocal, empresario, gerente- está expuesta al escrutinio público. Si usted es funcionario o gerente general, ¿le interesará a un periodista que tenga una amante o un amante? 

No, salvo que sea prensa amarilla y escandalosa. La vida privada no interesa, a no ser que tenga connotación pública por el ejercicio del cargo. Es decir, si se detecta que usted usa recursos públicos para mantener a la amante. Ahí sí. Entonces, lo normal es que la prensa critique. No busque nunca periodistas que no critiquen. 

Y dese por bien servido -muestre agradecimiento- si no lo tocan porque ese silencio es señal que usted tiene buena conducta. Yendo a otros aspectos. No le eche la culpa a otros cuando mete la pata. 

Se escucha muy feo -especialmente si el que habla con la prensa es hombre- estar culpando al clima, la mala suerte o señalando con el dedo índice "ese fue el culpable". Si algo sale mal, asuma su responsabilidad como hombre correcto. Nunca pelee con las mujeres porque de todas maneras perderá. 

No mire por encima del hombro a la gente. No se olvide que si usted es una figura pública hasta el cocinero, el ascensorista o el lavaplatos -todos honorables por cierto- le estarán viendo cada detalle. 

No hable de confidencias con nadie -sea transparente- y no de pie a los chismes. Si alguien se acerca con una crítica -para sacarle la lengua- guarde silencio, no opine, no critique, no se burle porque todo eso puede estar en su contra cuando llegue la hora de la revelación de "los trapitos se lavan en casa". 

Nunca hable sin pensar. Las palabras son como las flechas, no retroceden nunca. Por eso, use la experiencia de sus asesores. Sáqueles el jugo o prescinda de ellos si no lo hacen tomar decisiones oportunas o ingeniosas. Nunca se esconda de la prensa. Ni acepte sugerencias de los mediáticos para ocultar información. 

La tendencia moderna es aprender a "decirlo todo", pero hay que desarrollar habilidades para saber "cómo decirlo". Si usted oculta la información, el periodista, sin culpa alguna, inventará una novela. Y casi seguro estoy usted no será angelizado sino demonizado. Respete a los periodistas. No puede hablar a medias. No puede decir, por ejemplo, "creo que en promedio la situación refleja tal cosa". 

Usted se ahogaría si dice que el promedio del río Rimac es de 2 metros. ¿qué pasa si es de 3 en una crecida del caudal? No se ponga usted mismo el lazo. Manéjese con números y muchas citas e ideas bien seguras y no se atreva a enfrentar las preguntas de la prensa sin antes haber estudiado el tema como para una sustentación de un doctorado. 

Por eso, es importante repetir su estrategia de mil maneras. Repítala una y otra vez. Mírese a la espejo. Péinese bien, cuide su mejor ángulo, pero sobre todo, asegúrese de decir lo más importante. 

Escuche a todos en su casa, la oficina, el cafe, en el almuerzo. No apele a los chistes para distraer. El humor es riesgoso, sobre todo si toca temas delicados. Payazos la han pagado caro por su torpeza. La prensa es la prensa. No se juegue con la prensa.

LA LIBERTAD DE PRENSA

LA LIBERTAD DE PRENSA

JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información

El periodismo es amigo del bien. Por tanto, es enemigo del mal. Por eso, ningún periodista debe descansar mientras no vea la paz en su pueblo, su región, su país. No debe parar en su esfuerzo por promover el debate por mejores ideas que agreguen valor a la vida, justicia a los pueblos, responsabilidad al medio ambiente, a la igualdad de oportunidades. El periodismo es eso: ilumina, da luces a los pueblos, ayuda a la gente y critica, examina, escudriña las políticas y las actuaciones de los hombres. Por eso no admite controles en los contenidos ni dominio político ni económico. Ningún periodista camina de espaldas al estado de derecho, al desarrollo y a las libertades civiles. Por eso, nunca es complaciente con la corrupción y el atraso. Por eso mismo, un mundo civilizado -sin asesinatos, ataques, querellas, detenciones, censura- siempre pedirá seguridad para los periodistas e integridad sostenible de una prensa independiente, pluralista y libre. La prensa pluralista, sin monopolios, junto con la democracia ayudan a que los sueños de los más débiles se hagan realidad. La prensa, sin barreras de ningún tipo, es el reflejo de la libertad democrática de un país. Así sea.

¡¡SEÑORES!! ¿DÓNDE ESTÁN LOS VALORES?

¡¡SEÑORES!! ¿DÓNDE ESTÁN LOS VALORES

JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información

¿Cómo es posible que la TV muestre en las telenovelas el caso de una mujer que saca la vuelta a su marido y eso sea visto, por algunos, como un ejemplo a seguir?

¿Qué tipo de mensajes estamos dando cuando un delincuente sale en todas las pantallas por los crímenes que cometió y se oculta el buen ejemplo de personas correctas, veraces y cumplidas o se les ningunea?

Palabras más, palabras menos. Estas son las reflexiones de un sesudo discurso que dio el doctor Iván Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Rectores al referirse a la importancia de los valores en la televisión.

Y agrego por mi parte: ¿Qué tiene que pasar ya para mandar a la basura "noticias" que no son de los periodistas sino arregladas por otros?

No. La cosa es seria. Esto degrada a una sociedad. Esto es ir contra la valores, los buenos modelos de conducta que tiene un hombre civilizado. ¿Se le está escondiendo la verdad a la gente por intereses que no son periodísticos? ¿Cómo puede la televisión mostrar imágenes de severo shock en perjuicio de los cerebros de los niños? ¿Qué pasa con algunos contenidos llenos de sangre, de terror y de espanto?

No. Esto tiene que parar, pero no sólo de boca. Es importante -yo apoyo con decisión al Colegio de Periodistas de Lima y a la Asociación Nacional de Periodistas- porque ha tomado conciencia sobre esta peligrosa tendencia anti valores que según Zuliana Laynes, la inteligente líder de la ANP se estrenó con los famosos Talk shows a comienzos de la década de los 90. Y tener televisión basura -como dice la campaña del gremio periodístico, CPL- es también peligroso en un país donde -siguiendo a Zuliana Laynes- las amas de casa tienen más televisores que cocinas.

¡Qué bueno que quien escribe esto haya visto unidos en la preocupación tanto al Colegio de Periodistas de Lima en la persona de Max Obregon, su dinámico y valiente Decano, como la Asociación Nacional de Periodistas en su conjunto! ¡Qué bien que sea la Universidad Jaime Bausate y Meza y la Universidad Ricardo Palma, las que estén dando también su clarinada de alerta!!

En la ceremonia de homenaje a los periodistas que tuvo lugar en la universidad Ricardo Palma se toco este tema. Incluso llegó a hablar un publicista -cuyo nombre no recuerdo-, pero dijo que la publicidad ya no transmite contenidos de sexo, machismo y de género. Que todo ha evolucionado para bien.

¡En qué planeta vive este señor? Aquí, si bien es cierto que el Colegio de Periodistas tiene un temperamento propositivo -no de ataque- en el tema, lo real es que el problema no será resuelto sólo con comunicados ni con exclamaciones de espanto por lo que ocurre.

Aquí, en esencia, hay dos problemas -que he tocado con los dirigentes periodísticos- que no deben olvidarse. Por un lado, la lógica de ganancia de todo negocio y ahí no hay nada que hacer ya que forma parte de la libertad de contratar como manda la Constitución. De ahí la dicotomía eterna (libertad de prensa/libertad de empresa). Y es que ningún hombre de negocios va a poner su plata en publicidad si el programa que auspicia no tiene rating. Es inquietante, pero real.

De ahí la importancia de la autorregulación -no del control, ojo- de los agentes publicitarios o sponsors que hacen posible que los programas que rinden culto a la separación de las parejas, la infidelidad y las malas costumbres contra la moral pública, se autorregulen, es decir, ellos mismos decidan abandonar el auspicio para no hacer daño a la sociedad.

Y el otro problema tiene que ver con las noticias. Desgraciadamente, hay noticias y hay "noticias". En otras palabras, hay periodistas legítimos y los “otros” que hacen cabildeo con programas en emisoras de alto rating. ¿Quién los pone, cómo llegan ahí? Curioso, ¿no?

Es con éstos últimos el problema, cuya trama se altera de acuerdo a la conveniencia de su dueño, no del periodista, sino de quienes defienden peligrosamente intereses privados y políticos. La trampa está en la trama, en la forma, el tono, la intensidad como se dice, relata o cuenta esa "noticia". Y nadie se chupa el dedo cuando esto ocurre.

Entonces, la clave está en no dejarse meter el dedo en la boca con estos dos problemas que "pasan piola", pero que son peligrosos para la libertad de expresión porque se corre el riesgo de faltar a la verdad con lo que se transmite en televisión y para la democracia puesto que en tiempo de elecciones lo más importante es que el elector esté informado.

Con estas reflexiones no ataco a las personas sino el problema en sí para el sistema democrático que requiere de medios de comunicación que eduquen, que lleven cultura y que hagan pedagogía en la ciudadanía con los principios democráticos.

Electores desorientados pueden elegir a monstruos si cuentan con la complicidad de los medios de comunicación social.

No. No. Eso no puede volver a ocurrir. ¡¡Este es un asunto de periodistas!! Y es un buen síntoma que los dirigentes de los gremios periodísticos -Colegio y ANP y supongo que la Federación de Periodistas también- estén con la pierna en alto y recomendaría no bajarla ni pestañear en el intento hasta obtener resultados concretos porque es bueno para la moral, los valores y el combate contra tipo de corrupción.

Quisiera agradecer a Giuliana Agurto, experta comunicadora y coordinadora general del homenaje a la PRENSA NACIONAL que rindió la Universidad Ricardo Palma por su invitación a este encendido y quemante debate: LOS VALORES.

Quisiera también agradecer a la PRENSA NACIONAL ahí presente por haberme honrado con su generosa invitación a pronunciar las palabras de agradecimiento en nombre de todos os periodistas de la prensa nacional ahí presentes. Muy honrado por este significativo encargo y muy contento con una prensa libre e independiente, pero al mismo tiempo marcada por la libertad y la responsabilidad como impulso a la profundización de la democracia al servicio de todos, de preferencia los más débiles. Ha sido un honor y un gusto enorme verlos a todos juntos.

VIOLENCIA CONTRA PERIODISTAS: ¡¡CRIMEN CONTRA LA SOCIEDAD!!

VIOLENCIA CONTRA PERIODISTAS: ¡¡CRIMEN CONTRA LA SOCIEDAD!!

JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información

Este es un momento delicado para la prensa. Hay muertos. La impresión es que los hechos ocurren y no hay resultados concretos en las investigaciones ni deslinde de responsabilidades y todo queda en la impunidad. 

Sólo por citar dos casos recientes permítanme recodar el atentado contra el periodista Gerson Cuba en Radio Rumba de Junín, en el que resultó asesinada Gloria Limas Calle, esposa de Cuba. 

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recuerda que "el 17 de octubre dos desconocidos armados ingresaron violentamente a la radio y asesinaron a Limas Calle, de 38, cuando intentó defender a su marido. Su hijo adolescente también se encontraba en la radio cuando ocurrió el atentado".

El caso más reciente es el asesinato del estudiante de periodismo y practicante en la revista Caretas, Fernando Raymond en circunstancias que no han sido esclarecidas en la ciudad de San Vicente de Cañete (8 de Noviembre de 2014). 

Esto sin contar otros crímenes registrados en los últimos años desde la matanza de Uchuraccay. 

Dialogando vía telefónica con Julio Arbizú, ex procurador de la República, lo que parece estar ocurriendo es que gente involucrando en corrupción se siente incómoda, teme, se desespera cuando un periodista husmea, investiga, toma como caso de estudio su entorno. 

Como dijo Beatriz Patiño, conductora del programa en la FPP, los hechos vinculados los colegas Raymondi ocurrieron luego de investigar asuntos de corrupción y delincuencia., lo cual resulta grave. 

¿Qué significaría esto? Que los hombres de prensa entran en problemas cuando ejercen el periodismo de investigación. Los que investigan terminan muertos. 

Dentro de este contexto, lo que quedó claro en este diálogo de la Federación de Periodistas del Perú (FPP) la urgencia de garantías para los periodistas por el Ejecutivo, Legislativo, Poder Judicial, Ministerio Público y la misma policía. 

Si los periodistas hubieran sido asesinados por decir la verdad en hechos de corrupción -cosa pendiente de investigación-, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) -recordando la Declaración de Pucallpa (asesinato de periodista Alberto Rivera) ha planteado nombrar un equipo especializado de periodistas de investigación para profundizar las denuncias periodísticas realizadas por los periodistas victimados. 

¿Qué tan difícil es poder resolver un caso luego de apreciar los hechos, evaluar los fundamentos de hechos y de derechos, las pruebas, testimonios, peritajes y demás documentos probatorios? La pregunta que se hizo el panel es la misma de siempre. 

¿Existe voluntad de conocer la verdad o hay un poder tan grande que lo impide todo? ¿O no es así?

Lo único concreto es lo evidente que resulta la impunidad que se traduce en crímenes sin sentencia, sin castigo ni sanción, lo cual es clamoroso y sobrecogedor en el Perú. Un caso emblemático de ello es el caso Uchuraccay que ya cumplió 32 años sin que se conozca resultados finales de las investigaciones.

En tiempos recientes varios países en América Latina han aprobado normas para garantizar el acceso a la información pública y promover la transparencia en los negocios públicos, pero no se cumple en la práctica. 

Existen casos, como lo registra la historia de la prensa latinoamericana, casos en los que se ha enjuiciado al periodista para distraerlo de su función e inhabilitado para que no pueda ejercer su carrera. Se les recorta los derechos de propiedad a los dueños en el manejo de sus propias empresas o se les veta para que nunca más vuelvan a un medio de prensa por ser honestos consigo mismos en la lucha contra la corrupción. 

Perú no es el único país donde hay crímenes y agresiones contra periodistas. Los hay en otras latitudes en el campo de batalla, en las denuncias de violación de derechos fundamentales y ahora en la denuncia de la corrupción que como la define las Naciones Unidas es "el abuso de poder para obtener ganancias privadas".

De manera pues que el tema es cuidado. La prensa llora a sus muertos. Reclama justicia y condena la impunidad y exige gremialmente que nunca prescriban los delitos vinculados al asesinato de periodistas, que como plantea la SIP se adopte "el principio de no prescripción de los crímenes contra quienes están ejerciendo el derecho a la libertad de expresión" lo cual impone una reacción enérgica del Congreso del Perú para modificar la ley penal.

¡¡Es justicia!!