martes, 25 de septiembre de 2012

EL CONTROL DEL PODER

EL CONTROL DEL PODER
JESUS JIMENEZ LABAN
Resumen Ejecutivo:
Una pregunta provocadora
 
¿Por los politicos se sienten incomprendidos y los destinatarios, los ciudadanos, atropellados? Esta es una pregunta que el valorado y respetado profesor y jurista mejicano Diego Valadez -a quien la comunidad jurídica peruana le rinde homenaje- trata de responder en su enjundioso estudio sobre las nuevas tendencias del constitucionalismo.
 
Entendimiento desde el poder y frente al poder
 
Para organizar el poder -dice- hay que entender el poder desde el poder y frente al poder.
 
Cuando tocamos este término, poder, podría parecer que no hay espacio para nada más. Pero la teoría constitucional ha inventado mecanismos para hacer un espacio al control. Y la razón para Valadez es esta: Para que el poder se exprese como tal requiere de un control y de una legitimidad.
 
La tesis -agrega- de que existen varios poderes es una forma de pluralizar el poder, pero tal es solo formal porque en la practica es una realidad unitaria. Sólo sirve para fines de estudio y para que la idea de poder sea aceptada por sus destinatarios.
 
La obra de Diego Valadéz
 
Son pues reflexiones que nacen al calor de una lectura atrayente y cautivadora del trabajo del eminente jurista mejicano Diego Valadéz a quien académicos y constitucionalistas peruanos le rinden homenaje a sus ideas y a su personalidad científica del derecho constitucional iberoamericano.
 
¿Es posible el control del poder?
 
A la luz de este estudio cabe preguntarse, ¿cuál es el significado del poder? ¿Es posible el control del poder? ¿Es viable y posible encontrar nuevas formas de entenderlo y ponerlo al servicio del consenso?
 
Sin duda, son preguntas que encuentran respuesta en el pensamiento de Diego Valadez en su libro-homenaje "El control del poder", obra con título atrayente, como he dicho, y con gran criterio analítico y rigor académico que presenta una universidad de la Capital.
 
El gobierno de gabinete
 
Del mismo modo, uno encontrará en su texto ideas y propuestas para ayudar a la gobernabilidad democrática: problemas constitucionales del estado de derecho; el control del poder, el gobierno de gabinete y la parlamentarización de los sistemas presidenciales.
 
La complejidad del pensamiento político
 
Pero Valadéz va mucho más allá de estos conceptos. Para abordar la polémica en torno al poder, Valadés cree que hay repasar de extremo a extremo todas las ideas, es decir, recorrer todo el espectro de la historia del pensamiento politico desde Aristótles, Maquiavelo, Dante Alighieri, Nicolas de Cusa, Tomas de Aquino, Juan Jacobo Rousseau, Johan Fichte, John Locke, baron de Montesquieu, Enmanuel Sieyes, Friedrich Hegel hasta Carlos Marx y Joseph Proudhon, Hayek, Nozik, entre otros.
 
Vale recordar que en el pensamiento constitucionalista y politico moderno existe la tendencia hacia la remodelacion del poder. Pero le preceden grandes reelaboraciones del mismo a lo largo de la historia, según cuenta el autor.
 
Una de ellas es la Aristóteles: Todos los gobiernos sin excepcion no son sino la corrupcion de la constitucion perfecta y por eso todas las constituciones cambian la mayor parte de las veces hacia su contraria (Politica, 1316a)
 
Otras, La exaltación (maquiavelo y Hobbes), la perspectiva opuesta
 
(Roousseau) la racionalización (Locke, Montesquieu) los radicalismos (Marx y Proudhon)
 
Límites al poder
 
Con este telón de fondo, nace un nuevo fenomeno, en la lucha por el poder, el constitucionalismo que impuso reglas y limites al poder en sí. Dicho de otro modo, las constituciones surgieron como gran instrumento de conciliación. Por eso, es importante señalar que en el centro, la idea del consenso tiene mas adeptos cada dia.
 
¿En camino al control de los excesos del poder?
 
El estado tiene que innovarse. De ahí, la importancia de los procesos democráticos de legitimación del poder. Y la preocupación es la de siempre, la que registra en su largo recorrido la historia: evitar los excesos del poder.
 
Una respuesta para ello, según Valadez, son los controles externos: los medios de comunicación, organizaciones ciudadanas y electores.
 
Otra respuesta a esta preocupación es la democracia participativa, una nueva tendencia. Es decir, para atenuar el peso del poder, surge otro poder, el de los organismos no gubernamentales que persiguen lo que él llama la "ciudadanización" de los órganos administrativos hasta la contencion politica tipica, como son los partidos.
 
¿Cuál es el problema de nuestro tiempo?
 
El problema de nuestro tiempo es que los agentes politicos confunden su papel. Por ejemplo, entender que la funcion de la oposicion tiene que dirigirse contra el poder cuando en rigor debe orientarse solo contra otros partidos.
 
Y esto se ve claramente en las campañas presidenciales donde el mayor protagonismo lo tienen los operadores mediáticos que los estrategas politicos. Las consecuencias vienen despues cuando se afecta la institucionalidad.
 
La lucha por el poder
 
Probablemente, muchos no conozcan esta tendencia, pero ayuda a pensar y reflexionar por qué el país está como está en términos políticos. Sea cual sea la situación, el pensamiento de estos hombres resume -dice Valadez- que la historia está llena de luchas por el poder (el predominio del más viejo, del más fuerte, del más hábil) y luchas contra el poder (racionalizacion, dilución, criptopoder en manos de grupos).
 
Condiciones para el poder
 
Pero bajo qué condicones debe expresarse el poder en un sistema constitucional, se pregunta Valadez.
 
Y el impulsor del constitucionalismo moderno responde así: 1.- estar distribuido
2.- ser regulado
3.- estar limitado
4.- ser accesible
5.- ser predecible
6.- ser eficaz
7.- estar controlado.

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