domingo, 20 de abril de 2014

¡¡PROHIBIDO FALLAR...!!

¡¡PROHIBIDO FALLAR...!!


JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información

Un contrato empresarial ventajoso para una de las partes no es mera casualidad. Una mina rodeada de gente en pie de protesta es síntoma que algo no anda bien. Un profesional que sale de la mejor universidad del mundo pero nadie le entiende, es incompleto...

Todo depende de la comunicación. El hombre es mitad estrategia, mitad comunicación. 

El pensamiento de Aristóteles domina nuestras vidas desde hace más de dos mil años. Y es que los conceptos modernos que usamos para entablar una comunicación, ya los conocía como la palma de su mano el Estagirita, 300 años antes de Cristo. Por él sabemos, a secas, que la comunicación es el mensaje entre un emisor y un receptor. 

¿Por qué a secas? Lo que no aportó Aristóteles fue el código. No llegó a definir la importancia de los códigos, es decir, para que una persona "A" se entienda con una persona "B" una y otra tienen que manejar códigos comunes, lo que se conoce como lenguaje común para que se entiendan.

Pero la comunicación no va de A a B y se queda ahí. Hay una respuesta de B, una reacción como consecuencia de ese mensaje. Eso se llama retroalimentación, efecto de "feedback"

El gobernante que no sabe leer la entrelinea de un contrato, podría sufrir, como se decía antes, Juicio de Residencia. El legislador que redacta un dictamen sin leer la bien la realidad, puede llorar después. Y el fiscal o el juez que construye la verdad formal puede que se equivoque si no domina la kinesia, la proxémica y la semiótica. 

El hombre y el animal se comunican por señales: sonidos, señas, gestos, olores y algunos confiesan mejor cuando no se les mira de frente sino se les habla a la altura de la nuca. Y aunque uno sepa casi todo, siempre hay que preguntar al interlocutor para no fallar. Ser modesto y no soberbio. 

Recapitulando, el mensaje para que sea tal, tiene que contener información que envía el emisor a través de un medio y los que capta un receptor, el que le da un significado por tener códigos comunes.

Claro, la comunicación más simple es la que se da entre dos personas (A-B), pero es sólo una comunicación verbal, sólo el 3 por ciento del universo de comunicaciones que rodean al hombre. 

El resto está diseminada entre química, kinésica, escrita, no escrita proxémica, auditiva, eléctrica y una larga lista de algoritmos que componen la analítica predictiva que es capaz de ayudarnos a saber cómo reaccionará la sociedad frente a decisiones de gobierno, campañas publicitarias y proyectos humanitarios, ideal para estos tiempos que copian la idea de la televisión: ¡¡PROHIBIDO FALLAR!!

Las fallas son fatales en organizaciones que pierden el paso por un pestañeo. Por eso en las empresas empiezan a preferir a doctores porque se equivocan menos y generan menos costos o pérdidas. 

La comunicación es fundamental en la vida de un hombre y de una sociedad por su naturaleza misma: el hombre no puede vivir aislado, en un ser gregario, sociable, necesita comunicarse para existir. 

Sí, la comunicación ha hecho posible darle sentido al mundo, encontrar medios para progresar. 

Berlo lo dijo de una manera muy simple, pero con sentido muy profundo. Decía que "comunicar significa compartir información para organizarse y trabajar y progresar".

Pocos recién entienden ahora por qué Steve Jobs decía que daría una parte de su vida por asistir a una conferencia de 3 horas con Aristóteles. 

La comunicación está más allá de lo verbal, más del tiempo y del espacio, más allá de la vida...Pero es importante descifrar cada detalle, cada signo, cada mensaje porque ahí puede haber un nueva descubrimiento de la verdad.

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