LA LIBERTAD DE PRENSA
JESUS JIMENEZ, presidente de CENTRUM LABAN, la nueva frontera en inversiones, negocios e información
El periodismo es amigo del bien. Por tanto, es enemigo del mal. Por eso, ningún periodista debe descansar mientras no vea la paz en su pueblo, su región, su país. No debe parar en su esfuerzo por promover el debate por mejores ideas que agreguen valor a la vida, justicia a los pueblos, responsabilidad al medio ambiente, a la igualdad de oportunidades. El periodismo es eso: ilumina, da luces a los pueblos, ayuda a la gente y critica, examina, escudriña las políticas y las actuaciones de los hombres. Por eso no admite controles en los contenidos ni dominio político ni económico. Ningún periodista camina de espaldas al estado de derecho, al desarrollo y a las libertades civiles. Por eso, nunca es complaciente con la corrupción y el atraso. Por eso mismo, un mundo civilizado -sin asesinatos, ataques, querellas, detenciones, censura- siempre pedirá seguridad para los periodistas e integridad sostenible de una prensa independiente, pluralista y libre. La prensa pluralista, sin monopolios, junto con la democracia ayudan a que los sueños de los más débiles se hagan realidad. La prensa, sin barreras de ningún tipo, es el reflejo de la libertad democrática de un país. Así sea.
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