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Muchos de los que lean este artículo no habían nacido, como el que escribe, cuando ocurrió la más grande catástrofe economica del mundo.
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Me refiero al crash bursátil de la Bolsa de Nueva York (NYSE) de aquel lejano martes negro del 29 de Ocubre de 1929. Ese día se desplomaron dramáticamente las acciones y el mundo se estremeció. Muchos inversionistas, que habían recibido crédito de los bancos, veían impotentes cómo su dinero se hacía humo en cuestión de días.
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Este crash bursatil motivó una reacción en cadena, bancos insolventes, recesión económica, desempleo, mendicidad y escasez de alimentos. Hubo una crisis sicológica intensa que acentuó la desconfianza de los ahorristas en la capacidad de reembolso de las entidades financieras. Los empresarios de la época confiaron en un mercado que les avisó con anticipacion su caída, pero no escucharon. En algunos casos las acciones fueron compradas sin conocer el mercado y cuando se produjo la caída se dió el éxodo masivo de inversionistas que con espanto vendieron sus papeles para salvar el negocio. Era ya tarde.
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Los economistas todavía muestran en videos la fría estadística de ese martes negro. Y he traído a la mente esto porque creo que en tiempos normales este viejo traspiés bursátil sirve de lección a los que recién empiezan a hacer negocios para que no tomen decisiones apresuradas y entiendan que para crear un negocio es importante la especialización, el giro, los riesgos y las herramientas de defensa frente a un problema futuro. Si uno identifica el giro del negocio podrá decidir qué tipo de empresa crear, es decir, decidir si opera solo, en partnership, crea un negocio con responsabilidad limitada o se abre al mercado para emitir acciones.
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El último riesgo es que el negocio no funcione y las deudas terminen en embargo de los bienes. El remedio contra una crisis así puede tomarlo el hombre de negocios antes que se produzca el peligro, pero muchos no escuchan como los inversores del martes negro. Y lo peor que puede pasar es que el propietario del negocio termine respondiendo con sus bienes personales y los de su familia y esto debe evitarse a toda costa.
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Patric Dixon, autor de "Builnding a Better Business", le insufla optimismo a los accionistas, directores y gerentes y los invita a ejercer liderazgo con esa pasión que son las ganas de que las cosas sucedan y salgan bien. Un liderazgo con pasión nos conecta con los valores, la ética para un cambio rápido, aumentando la productividad y agregando valor a las acciones. La motivación de Dixon la he visto plasmada en un video oriental en el que toda la plana titular y su gente venden con optimismo su creatividad, su mensaje de no parar nunca los negocios y de facilitar la vida del mundo con sus servicios de telecomunicaciones.
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Así, es normal ver desde el Presidente del directorio (Board of Directors) hasta el promotor de servicios al cliente bailando una pieza de "rap", pero eso es secundario. Los ejecutivos más agresivos, creativos y competitivos se han olvidado hace tiempo del que dirán. El senior management of Singapore's Media Development Authority parece que solo persigue hacer realidad su propósito: agregar valor al mundo.
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David Brent, en su intervencion "Football Management", dice que los negocios son como el futbol. Jugamos para la tribuna, pero para hacerlo bien debemos tener en cuenta cuatro cosas en las iniciativas empresariales. La motivación como palanca de efecto multiplicador para hacer bien las cosas. Inspiracion, porque el gerente siempre esta experimentando, viendo, comparando para imitar, mejorar y alcanzar algo diferente. Dispersion, trabajar en equipo, pasarle la pelota a otro, lo cual implica mucha coordinación. Y, por ultimo, concentracion apuntar hacia el objetivo, vale decir, hacer gol en el arco del éxito.
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No importa donde uno se encuentre. Sea en Building Empire Sate, en la Gran Manzana, en las aguas frente al Manhattan o en cualquier deprimido lugar del mundo, lo que cuenta es el optimismo, la motivacion y la pasion con que hay que trabajar para hacer que las cosas sucedan, agregar valor porque los grandes negocios de exito son un estado mental que empiezan realistamente con una pequeña idea.