domingo, 4 de mayo de 2008

LA PREDICCION BIEN DICHA

LA GESTION DEL CONOCIMIENTO COMO PUNTA DE LANZA DE LA VISION EMPRESARIAL
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Jesús Jiménez Labán (*)
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Pocos entienden exactamente estos términos: capital intelectual, procesos y capacidades, aprendizaje organizacional, activos intangibles y Gestión del Conocimiento. Así pues, necesitamos definición de cada uno de estos conceptos para no perdernos en una maraña de vaguedades en la era de la información, de los intangibles y de la visión creativa.

A mi modo de ver, en un nuevo modelo mental riguroso aplicado a las empresas modernas resulta inevitable el uso de estos conceptos. No hay duda de que todo empieza con los datos que Alvin Toffler describe como elementos discretos, huérfanos de contexto. Ej. “300 acciones”. Solo cuando estos datos entran a un contexto, se convierten en información. Ej. “tenemos 300 acciones de la empresa farmacéutica X”. Ahora bien, cuando la información se une a una experiencia, genera conocimiento. Ej.: “tenemos 300 acciones de la empresa farmacéutica X dos puntos arriba en un mercado que está subiendo, pero el volumen es bajo, y es probable que la Reserva Federal suba los tipos de interés”

Con datos sistematizados en información y ésta, una vez en contacto con la experiencia, convertida en conocimiento, podemos desarrollar procesos y capacidades en las personas y en los grupos que trabajan en equipo dentro de las empresas. Estos activos intangibles ubicados dentro un contexto, son los que generan el capital intelectual que tiene como base los recursos y las capacidades, lo que determina que unas empresas tengan mas rentabilidad que otras. Es esto lo que da pie al aprendizaje organizativo, lo que permite a una empresa desarrollar capacidades para resolver problemas cada vez más complejos. Todos estos intangibles que de una u otra formas facilitan los procesos –captación, estructuración y transmisión de conocimiento- tienen que ver con la Gestión del Conocimiento. Entonces vemos que la información aislada, que no generan ningún valor, contrasta enormemente con el conocimiento asociado a una organización y a una serie de capacidades organizativas, base del capital intelectual.

Resulta así obvio que lo que genera ventaja competitiva a una empresa no son los activos físicos ni los financieros. “Es el intangible, el que genera valor, el conocimiento que no se puede tocar, pero se puede emparejar con otro conocimiento…El conocimiento es difícil de embotellar, solo gotea”, dice Toffler en su libro “La Revolución de la Riqueza”. Esta teoría se viene germinando desde comienzos de los años ochenta y ahora empieza a madurar. Porque ayuda a confirmar que el capital intelectual es lo que único que asegura ventaja competitiva de manera sostenida en el tiempo, cosa que no alcanza ni la infraestructura ni el dinero como recurso financiero.

El valor de una empresa se construye en tres etapas. El levantamiento de información bajo la forma de datos simples. Su estructuración y sistematización dentro de un contexto y con ello el desarrollo de capacidades en base a la experiencia de un equipo humano informado en procesos para resolver problemas en menos tiempo. Los procesos y las capacidades son pues los activos intangibles con que la gestión del conocimiento hace que el capital intelectual sea un escudo poderoso en una empresa frente a la competencia.

Por todo esto, ingresar a la problemática de las comunicaciones internas –directores que no comparten información, jefes que no se llevan bien con sus subalternos, gestos de funcionarios que crean conflicto­- requiere información extraída de la experiencia, palpar directamente el problema porque no se puede dar soluciones con datos aislados ni mejorar la marcha de la institución al margen del desarrollo de procesos y capacidades del recurso humano que aseguren un nivel de capital intelectual, sin el cual la gestión del conocimiento no tiene poder de generar soluciones ni mucho menos servir de plataforma para proyectar una visión, es decir, hacer una predicción bien dicha para afianzar liderazgo en una organización que requiera cada vez más de olfato.

Lo que está claro es que el capital intelectual agrega valor a una compañía, en tanto que la gestión del conocimiento es la información sistematizada y aplicada dentro de un contexto (experiencia) lo que permite agrandar la capacidad de los operadores para solucionar problemas en una organización, siempre trabajando en equipo. Dicho de otro modo Gestión del Conocimiento – es el conjunto de procesos y sistemas que permiten que el Capital Intelectual de una organización aumente de forma significativa, mediante la gestión de sus capacidades de solución de problemas de forma eficiente, con el objetivo final de generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Según Carlos Thais, con honores en la especialidad en el Innovation University (Denver, Colorado) “la ventaja de la Gestión de Conocimiento es entender un nuevo modelo de gestión en el cual las cosas tienen que tener un por qué y para qué”. Es una tendencia que supera al Planeamiento Estratégico, la Reingeniería, el Capital Humano que tienen vigencia entre 15 y 20 años.

Dentro de este contexto, George Land autor de “Mas Allá del Cambio”, libro de cabecera de consultores de líderes empresariales, profundiza en tres piedras angulares para dominar el futuro y dirigir el cambio de las organizaciones: 1.- La fuerza de atracción del futuro creando lo que nunca antes ha existido 2.- El poder de la creatividad, ser abierto a todo lo que rompa con el pasado 3.- La fuerza de la conexión, formar equipos para co-crear nuevas soluciones. Por ello, Gestión del Conocimiento y capital intelectual son conceptos relacionados y complementarios para lograr esta gran visión.
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(*) Consultor en desarrollo estratégico y Presidente de la asociación civil CENTRUM LABAN

Fuentes:

ESTUDIOS ESPECIALES, Centrum Laban
LA REVOLUCION DE LA RIQUEZA, Alvin y Hedi Toffler
DIALOGO/AMERICASISTEMAS, Carlos Thais
MAS ALLA DEL CAMBIO, George Land/Beth Jarman
INTRODUCCION CONCEPTUAL A LA GESTION DEL CONOCIMIENTO, Juan Carrión

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