CODIGOS SECRETOS DEL COMERCIO EXTERIOR

Jesús Jiménez Laban

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Resultó escandaloso que una empresa multinacional de zapatillas vendiera a un dólar pelotas de futbol lo cual suponía costos bajísimos. Hecha la investigación se llegó a conocer que la empresa empleaba a todo un pueblo joven –como el de “Cerro San Cristóbal de Lima”- por jornales miserables en los cuales empleaban a hombres, mujeres, niños, ancianos. Si cada pelota costaba 1 dólar, se supone que la empresa tenía que pagar impuestos y hacer comercialización -porque no es beneficencia-, ¿cuánto, entonces, debió pagar esta empresa de calzado a cada trabajador por balón?

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De esta manera, países asiáticos han podido hacer en muchos países dumping, es decir, quiebra de una empresa con precios artificiales y despiadadamente bajos. Es el apoderamiento del mercado de manera indebida como pasó con las bicicletas y los chocolates y los grandes pleitos civiles en Indecopi. Cuando alguien, por ejemplo, pregunta en China cómo lo hacen, ellos guardan silencio oriental, pero se sabe que hay cerca de 10 millones de presos en un país donde el que no trabaja va preso.
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No se puede explotar a personas humildes al extremo de la esclavitud para bajar costos. No hay que olvidar que hoy en día la responsabilidad social es un concepto poderoso para venta de un producto en el extranjero. Los negocios de exportación son para gente que tiene la precisión de un reloj, información y trato justo. No conocer los códigos del comercio exterior es arriesgar dinero, clientes, marcas y mercados.
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Todo el esfuerzo de un exportador, de sus asesores y personal operativo debe estar centrada en un par de cosas: Que la mercancía pase bien por aduanas y que el producto llegue a su lugar de destino en perfectas condiciones. Es decir, no vale solo centrarse en el transporte, flete y seguros. Es importantísimo tener todo en orden porque las aduanas lo controlan todo y lo rompen todo –incluyendo embalajes y sellos- para descartar cualquier suspicacia que tenga que ver con droga, contrabando, competencia desleal, piratería o productos perecibles que atenten contra la salud humana.
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En el lenguaje del comercio exterior los productos de exportación no se llaman por su nombre común (cuy, ají, piña, loro) sino por códigos o series de dígitos que en conjunto conforman las llamadas partidas arancelarias. Decía que no se puede decir cuy, por ejemplo, porque esa palabra no existe en el diccionario del comercio internacional.
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Dicho con más propiedad uno puede encontrar esa especie en el capítulo de carnes, menudencias y despojos de su respectiva partida arancelaria. Es frecuente usar sólo seis (6) dígitos para identificar un producto en el mundo, en tanto que para el área andina hay que usar ocho (8) dígitos y para el Perú una partida nacional de diez (10) dígitos.
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Dicho de otro modo, la partida arancelaria 6110111010 puede dividirse en varias partes, de lo más simple a lo más complejo, por su composición y uso. Siguiendo el ejemplo, 61 es el capitulo, 6110 la partida, 611011 la subpartida, 6110110 subpartida andina y 6110111010 la subpartida arancelaria peruana. Hay que tener cuidado en mencionar sólo primeros seis dígitos si se trata de identificar un producto mundial. En cambio, los 10 dígitos para el producto peruano.
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En la actualidad, hay diferentes niveles arancelarios como A/V 4, 7, 12, 20% Pero esto no significa que no se cobre por otros conceptos tales como derechos adicionales, sobretasa arancelaria, Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), 17% Impuesto General a las Ventas (IGV), 2% Impuesto de Promoción Municipal (IPM) y tasa aduanera.
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Hay algunos requisitos en materia arancelaria tales como negociación directa, origen (me beneficio de lo que tu país produzca) y mano de obra (producto original en un 50%).
Por las partidas arancelarias, que se consultas con frecuencia en los gremios empresariales, cualquier exportador o importador puede conocer el precio internacional de las mercancías, de manera que es muy importante conocer sus características, su composición y sus excepciones.
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Sólo entonces puede un exportador -importador pensar en firmar un contrato con comprador o vendedor que quiere cerrar un acuerdo sobre una determinada mercancía. El contrato, por decirlo así, es sólo la punta del iceberg, porque detrás de él hay otros contratos que tienen que ver con los medios de pago (carta de crédito, transferencia bancaria, cuenta corriente, pagare etc.), póliza y seguros, certificaciones y financiamiento bancario.
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Un documento importante es la declaración aduanera que contempla las identidades de comprador y vendedor, medio de transporte, mercancías, almacenes, terminal y estiba. Además, como en toda técnica aduanera, las preguntas de rigor en un despacho de aduana son: qué es (nomenclatura), valor (valoración aduanera) y para qué (destino aduanero).
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Alrededor de los aranceles se producen muchos errores por lo que es necesario dedicarse a tiempo completo a descifrar esos códigos. Cuando salieron los lapiceros con reloj incorporado nadie sabía qué tipo de arancel usar. Lo mismo pasó con las zapatillas con reloj, calzado de marroquí y no de cuero y ahora con las refrigeradoras que vienen con hornos microonda incorporados.
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Hay que tener en cuenta las excepciones aduaneras. Un supuesto sería que Estados Unidos podría comprar cerveza sólo si el lúpulo los compramos en mercado americano. Del mismo modo, son de cuidado las denominaciones de los productos que a veces cambiar por usos y costumbres distintos en los países. Las aviadoras por casacas o la chamarra por suéter, pullover como chalina.

Y mucho más.