
Este es, innegablemente, el momento más urgente para que ciudadanos de todo el mundo puedan demostrar con el corazón en la mano solidaridad y sensibilidad con los deudos del sismo, siguiendo el espíritu de unión entre hermanos peruanos por los damnificacos de Pisco, casi totamente en ruinas, junto con Chincha, aislada del mundo, e Ica, lugares donde el terremoto se sintió con su 8 grados en las Escala de Richter sin respetar, como hemos visto, iglesias, centros educativos y hospitales que se desplomaron matando a fieles, niños y pacientes.
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