LOS SUPER PODERES DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
JESUS JIMENEZ LABAN
Para entender entender el Perú siempre es bueno releer la historia. No hay cosa que se relacione al poder actual que no tenga que ver con Estados Unidos y Francia.
Salvo mejor parecer, los constitucionalistas clásicos siempre han visto en el Presidente de la República una figura con gran poder, dueño de una fuerza tremenda. Y los modernos analistas no están muy lejos de esa verdad.
Se reactualiza aquello que dijo alguna vez Victor Andres Belaunde en 1914: "....podemos sostener sin exagerar que el Presidente de la Republica es un virrey sin monarca, sin Consejo de Indias, sin oidores y sin juicios de residencia"
Las potestades del Presidente de la RepÚblica, el
único con funciones precisas de gobernar y administrar el país no conferidas expresamente a los demás Poderes del Estado, son más amplias que el mismo Presidente de Estados Unidos de América.
Y es que el presidente peruano tiene cerca de una treintena de atribuciones presidenciales, entre ellas las relacionadas con la representación del Estado, el gobierno interior, el Parlamento, el Poder Judicial, las electorales, diplomáticas e internacionales. .
Pero ¿por qué tiene tanto poder? Por lo que registran la hsitoria, los hechos y las aventuras del pasado.
La institución del Presidente tiene una tradición muy arraigada difícil de cambiar por una primacía del Parlamento que quiso imponer sin resultado la Constitución de 1933.
El famoso y valorado jurista del siglo XX Manuel Vicente Villarán simpatizaba con la idea de "un Estado moderno es igual a un gobierno robusto, pero juridicamente controlado".
Es por esto que se ha preferido mantener en un punto intermedio, entre el presidencialismo puro -como el de Estados Unidos- y el regimen parlamentario de insipiración europea.
Entonces la idea salió de esta forma. La institución del presidente tiene un origen netamente americano que es, precisamente, el modelo adoptado por la Constitución de Estados Unidos. Ese molde fue copiado en 1928 como pilar de la estructura del Poder Ejecutivo en su relación con el Congreso de la República, según Manuel Vicente Villarán.
Esta figura optada por el Perú es vista como simbolo de unidad nacional. En la necesidad de reforzar la autoridad del Presidente -señala Basadre- está la clave de poner orden y frenar los apetitos de poder.
Haciendo una comparación entre el presidente de Estados Unidos y el Presidente de Peru, resulta interesante fijarse en algunos detalles.
En Estados Unidos el Presidente da ordenes ejecutivas que valen por sí mismas. En el Perú para que sean validos los actos del presidente deben estar refrendados por los ministros. En el Perú el Presidente de la República no es responsable por la generalidad de sus actos. El que se quema -el hombre fusible en un shock político- es el ministro. Es, como decía Enrique Chirinos Soto, el Presidente es una especie de rey de las monarquias constitucionales. "The King can do no wrong", dicen los ingleses.
En Estados Unidos, los parlamentarios no pueden ser ministros o secretarios. En el Perú sí pueden y es frecuente verlo.
Pero, además de Estados Unidos de América con regimen presidencialista puro, Francia también ejerció influencia en la forma de gobierno peruana.
Peru y Francia tiene en comun un regimen semipresidencial, aunque por diferentes motivos. En el país galo para resolver la crisis del parlamentarismo, en tanto que en Peru para evitar la parálisis política.
En un régimen, el de Estados Unidos, el componente vital, es la elección popular del presidente (es difícil que el Colegio electoral escamotee votos). En el otro, el francés, aparece la figura del Gabinete y la presidencia del consejo de ministros que no tiene Estados Unidos.
Perú tiene un régimen mixto. Resulta ser, más bien, una combinación de ambos.
Así, por un lado se dice que Perú recogió del modelo americano como base del régimen presidencialista para incorporarlo a la Constitución de 1933. Y de otro, se sostiene que el Perú pertenece al modelo semi presidencial -dentro de la tipología de Duverger- que proviene de la Constitución francesa de 1958, la V República.
Pero este modelo no ha sido elegido por puro gusto. El semipresidencialismo es para garantizar un sistema de gobierno estable en el que colaboren con la estabilidad política los poderes ejecutivo y legislativo.
Un régimen semipresidencial es imposible si no hay colaboracion entre el Presidente y el Parlamento.
Pero el régimen constitucional peruano tiene otro componente que es la responsabilidad política de los ministros por separado y del gabinete en pleno.
Con un tercio de la minoría los ministros son interpelados y con mayoría el Congreso puede censurarlos. Voto de censura es rehusarles confianza. Eso arrastra la caída de todo el gabinete.
Esto ultimo no ocurre en Estados Unidos. No hay ahí jefe de gabinete. Y los ministros no son tales. Son secretarios -como por ejemplo el Secretario de Estado equivavalente al ministro de Relaciones Exteriores (es poderoso)- ratificados por el Senado, pero después de todo ello ya no pueden ser removidos por acción alguna de la cámaras, salvo el caso de acusacion constitucional.
La verdad que reparé en esto con motivo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, especialmente cuando el presidente Barack Obama ganó las elecciones y todo hacía suponer un "empate técnico" que iba a ser una cuesta empinada por la batalla judicial tras los resultados en la noche electoral del 6 de Noviembre último. Pero esto no ocurrió porque la victoria fue holgada.
Por ultimo, la institución presidencial explica en cierta manera la búsqueda por el pueblo de un protector, de un líder con magia, con atracción.
Seducir a la masa ha sido una práctica hábilmente utilizada en el Perú para crear ese líder carismático, con convocatoria e imán popular
La gente vota por la persona, más que por una ideología. Es lo que Weber llamaba la personalidad carismática del líder.
En realidad, lo que se requiere, como decia Jose Pareja, es un ejecutivo eficiente, expeditivo
JESUS JIMENEZ LABAN
Para entender entender el Perú siempre es bueno releer la historia. No hay cosa que se relacione al poder actual que no tenga que ver con Estados Unidos y Francia.
Salvo mejor parecer, los constitucionalistas clásicos siempre han visto en el Presidente de la República una figura con gran poder, dueño de una fuerza tremenda. Y los modernos analistas no están muy lejos de esa verdad.
Se reactualiza aquello que dijo alguna vez Victor Andres Belaunde en 1914: "....podemos sostener sin exagerar que el Presidente de la Republica es un virrey sin monarca, sin Consejo de Indias, sin oidores y sin juicios de residencia"
Las potestades del Presidente de la RepÚblica, el
único con funciones precisas de gobernar y administrar el país no conferidas expresamente a los demás Poderes del Estado, son más amplias que el mismo Presidente de Estados Unidos de América.
Y es que el presidente peruano tiene cerca de una treintena de atribuciones presidenciales, entre ellas las relacionadas con la representación del Estado, el gobierno interior, el Parlamento, el Poder Judicial, las electorales, diplomáticas e internacionales. .
Pero ¿por qué tiene tanto poder? Por lo que registran la hsitoria, los hechos y las aventuras del pasado.
La institución del Presidente tiene una tradición muy arraigada difícil de cambiar por una primacía del Parlamento que quiso imponer sin resultado la Constitución de 1933.
El famoso y valorado jurista del siglo XX Manuel Vicente Villarán simpatizaba con la idea de "un Estado moderno es igual a un gobierno robusto, pero juridicamente controlado".
Es por esto que se ha preferido mantener en un punto intermedio, entre el presidencialismo puro -como el de Estados Unidos- y el regimen parlamentario de insipiración europea.
Entonces la idea salió de esta forma. La institución del presidente tiene un origen netamente americano que es, precisamente, el modelo adoptado por la Constitución de Estados Unidos. Ese molde fue copiado en 1928 como pilar de la estructura del Poder Ejecutivo en su relación con el Congreso de la República, según Manuel Vicente Villarán.
Esta figura optada por el Perú es vista como simbolo de unidad nacional. En la necesidad de reforzar la autoridad del Presidente -señala Basadre- está la clave de poner orden y frenar los apetitos de poder.
Haciendo una comparación entre el presidente de Estados Unidos y el Presidente de Peru, resulta interesante fijarse en algunos detalles.
En Estados Unidos el Presidente da ordenes ejecutivas que valen por sí mismas. En el Perú para que sean validos los actos del presidente deben estar refrendados por los ministros. En el Perú el Presidente de la República no es responsable por la generalidad de sus actos. El que se quema -el hombre fusible en un shock político- es el ministro. Es, como decía Enrique Chirinos Soto, el Presidente es una especie de rey de las monarquias constitucionales. "The King can do no wrong", dicen los ingleses.
En Estados Unidos, los parlamentarios no pueden ser ministros o secretarios. En el Perú sí pueden y es frecuente verlo.
Pero, además de Estados Unidos de América con regimen presidencialista puro, Francia también ejerció influencia en la forma de gobierno peruana.
Peru y Francia tiene en comun un regimen semipresidencial, aunque por diferentes motivos. En el país galo para resolver la crisis del parlamentarismo, en tanto que en Peru para evitar la parálisis política.
En un régimen, el de Estados Unidos, el componente vital, es la elección popular del presidente (es difícil que el Colegio electoral escamotee votos). En el otro, el francés, aparece la figura del Gabinete y la presidencia del consejo de ministros que no tiene Estados Unidos.
Perú tiene un régimen mixto. Resulta ser, más bien, una combinación de ambos.
Así, por un lado se dice que Perú recogió del modelo americano como base del régimen presidencialista para incorporarlo a la Constitución de 1933. Y de otro, se sostiene que el Perú pertenece al modelo semi presidencial -dentro de la tipología de Duverger- que proviene de la Constitución francesa de 1958, la V República.
Pero este modelo no ha sido elegido por puro gusto. El semipresidencialismo es para garantizar un sistema de gobierno estable en el que colaboren con la estabilidad política los poderes ejecutivo y legislativo.
Un régimen semipresidencial es imposible si no hay colaboracion entre el Presidente y el Parlamento.
Pero el régimen constitucional peruano tiene otro componente que es la responsabilidad política de los ministros por separado y del gabinete en pleno.
Con un tercio de la minoría los ministros son interpelados y con mayoría el Congreso puede censurarlos. Voto de censura es rehusarles confianza. Eso arrastra la caída de todo el gabinete.
Esto ultimo no ocurre en Estados Unidos. No hay ahí jefe de gabinete. Y los ministros no son tales. Son secretarios -como por ejemplo el Secretario de Estado equivavalente al ministro de Relaciones Exteriores (es poderoso)- ratificados por el Senado, pero después de todo ello ya no pueden ser removidos por acción alguna de la cámaras, salvo el caso de acusacion constitucional.
La verdad que reparé en esto con motivo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, especialmente cuando el presidente Barack Obama ganó las elecciones y todo hacía suponer un "empate técnico" que iba a ser una cuesta empinada por la batalla judicial tras los resultados en la noche electoral del 6 de Noviembre último. Pero esto no ocurrió porque la victoria fue holgada.
Por ultimo, la institución presidencial explica en cierta manera la búsqueda por el pueblo de un protector, de un líder con magia, con atracción.
Seducir a la masa ha sido una práctica hábilmente utilizada en el Perú para crear ese líder carismático, con convocatoria e imán popular
La gente vota por la persona, más que por una ideología. Es lo que Weber llamaba la personalidad carismática del líder.
En realidad, lo que se requiere, como decia Jose Pareja, es un ejecutivo eficiente, expeditivo
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