Estas imágenes nos dan una idea de la angustia, la desesperacion y el lamento que sufrieron muchos padres de familia que por razones de trabajo dejaron solos dentro de sus casas a sus pequeños hijos. Después del terreremoto resulta desgarrador y doloroso presentar ante el mundo esto: escombros, polvareda y fierros retorcidos. Los niños que albergaba esta vivienda salvaron milagrosamente de la furia de la naturaleza.
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