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Jesus Jimenez Labán
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Los altos precios del petróleo que treparon la barrera de los 100 dólares han significado para Estados Unidos una tremenda preocupación de sus autoridades sobre cómo romper la dependencia energética. Por lo pronto, quiere reemplazar la oferta petrolera desde Venezuela por el crudo que existe en el subsuelo de Alaska donde Estados Unidos tiene planes serios de exploración y explotación. Su visión es incentivar en el corto plazo las inversiones en esa región polar y en el largo plazo, impulsar las iniciativas de los biocombustibles y las consideraciones ambientales.
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Si bien este distanciamiento respondería a una lógica geopolítica, está claro para muchos que Estados Unidos empieza a marcar distancia de América Latina cuando los candidatos presidenciales, Obama y Clinton, coinciden en no apoyar los tratados de libre comercio por perjudicar la economía de los estadounidenses, más aun en tiempos de recesión. Su política exterior hacia Cuba se enfría aún más mientras crecen las sospechas de un apoyo económico de China hacia la isla, algo que Estados Unidos buscaría contrarrestar dejando de comprar los productos chinos e importar de México lo que necesita, el país más vulnerable del mundo ante una eventual recesión en Estados Unidos. México tiene petróleo en el subsuelo, pero no lo explota por falta de inversiones, por lo que el gobierno de Manuel Lopez Obrador ha presentado una reforma en el Congreso para aliviar al país de la importación del crudo en un 40%. Cuba es un tema político delicado debido a que bajo el padrinazgo de Fidel Castro, se perfilan como continuadores de su revolución los izquierdistas Hugo Chávez y Evo Morales.
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Brasil y Argentina reclaman por los subsidios, en tanto que Colombia negocia una tratado comercial con Canadá ante la posibilidad cerrada de suscribir un acuerdo comercial con Estados Unidos, debido a problemas laborales en Colombia. Si esta política de alejamiento de Estados Unidos se acentúa, ¿debe el Perú replantear su estrategia comercial? Algunos creen que es un hecho la debilidad en el poder de compra americano, factor que dejaría mal parado, por lo menos durante un tiempo, la ejecución del Tratado de Libre Comercio que entra vigor en Peru, a partir de 1 de Enero del 2009. Sin embargo, la experiencia de la crisis económica de Japón, durante la década pérdida de los años 80, podría repetirse en Estados Unidos, durante la cual el resto del planeta no frenó su crecimiento económico.
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Sea como fuere, el secretario de Comercio de Estados Unidos Carlos M. Gutiérrez ha dicho claramente que el tratado entre Estados Unidos, Canadá y México será revisado, algo que abriría las puertas a la confrontación entre ambas partes, principalmente por problemas laborales y migratorios, según fuentes de Miami Herald. No se puede dejar de reconocer las mejoras que ha tenido México, pero aun así es necesario introducir modificaciones al tratado, reconocen los mismos voceros del gobierno mexicano. No se puede dejar de reconocer que los obreros americanos agrupados en sus poderosos sindicatos ven que los competidores extranjeros les quitan el pan de la boca cuando un carguero latino se acerca a los puertos americanos. Quieren democracia con derechos laborales que no signifique recorte de sueldos.
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Hay quienes creen que en tiempos electorales, los candidatos presidenciales, especialmente los demócratas han arreciado contra los tratados de libre comercio, principalmente para aplacar las iras de las masas sindicales, cosa que ha sido interpretada por el gobierno de George Bush como retórica electoral. Fueron los demócratas los que impulsaron el sueño de integración en la “Cumbre de las Américas”, 1994. Habrá que ver si hay mucho trecho entre las promesas y los hechos.
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Fuentes:
.Los altos precios del petróleo que treparon la barrera de los 100 dólares han significado para Estados Unidos una tremenda preocupación de sus autoridades sobre cómo romper la dependencia energética. Por lo pronto, quiere reemplazar la oferta petrolera desde Venezuela por el crudo que existe en el subsuelo de Alaska donde Estados Unidos tiene planes serios de exploración y explotación. Su visión es incentivar en el corto plazo las inversiones en esa región polar y en el largo plazo, impulsar las iniciativas de los biocombustibles y las consideraciones ambientales.
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Si bien este distanciamiento respondería a una lógica geopolítica, está claro para muchos que Estados Unidos empieza a marcar distancia de América Latina cuando los candidatos presidenciales, Obama y Clinton, coinciden en no apoyar los tratados de libre comercio por perjudicar la economía de los estadounidenses, más aun en tiempos de recesión. Su política exterior hacia Cuba se enfría aún más mientras crecen las sospechas de un apoyo económico de China hacia la isla, algo que Estados Unidos buscaría contrarrestar dejando de comprar los productos chinos e importar de México lo que necesita, el país más vulnerable del mundo ante una eventual recesión en Estados Unidos. México tiene petróleo en el subsuelo, pero no lo explota por falta de inversiones, por lo que el gobierno de Manuel Lopez Obrador ha presentado una reforma en el Congreso para aliviar al país de la importación del crudo en un 40%. Cuba es un tema político delicado debido a que bajo el padrinazgo de Fidel Castro, se perfilan como continuadores de su revolución los izquierdistas Hugo Chávez y Evo Morales.
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Brasil y Argentina reclaman por los subsidios, en tanto que Colombia negocia una tratado comercial con Canadá ante la posibilidad cerrada de suscribir un acuerdo comercial con Estados Unidos, debido a problemas laborales en Colombia. Si esta política de alejamiento de Estados Unidos se acentúa, ¿debe el Perú replantear su estrategia comercial? Algunos creen que es un hecho la debilidad en el poder de compra americano, factor que dejaría mal parado, por lo menos durante un tiempo, la ejecución del Tratado de Libre Comercio que entra vigor en Peru, a partir de 1 de Enero del 2009. Sin embargo, la experiencia de la crisis económica de Japón, durante la década pérdida de los años 80, podría repetirse en Estados Unidos, durante la cual el resto del planeta no frenó su crecimiento económico.
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Sea como fuere, el secretario de Comercio de Estados Unidos Carlos M. Gutiérrez ha dicho claramente que el tratado entre Estados Unidos, Canadá y México será revisado, algo que abriría las puertas a la confrontación entre ambas partes, principalmente por problemas laborales y migratorios, según fuentes de Miami Herald. No se puede dejar de reconocer las mejoras que ha tenido México, pero aun así es necesario introducir modificaciones al tratado, reconocen los mismos voceros del gobierno mexicano. No se puede dejar de reconocer que los obreros americanos agrupados en sus poderosos sindicatos ven que los competidores extranjeros les quitan el pan de la boca cuando un carguero latino se acerca a los puertos americanos. Quieren democracia con derechos laborales que no signifique recorte de sueldos.
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Hay quienes creen que en tiempos electorales, los candidatos presidenciales, especialmente los demócratas han arreciado contra los tratados de libre comercio, principalmente para aplacar las iras de las masas sindicales, cosa que ha sido interpretada por el gobierno de George Bush como retórica electoral. Fueron los demócratas los que impulsaron el sueño de integración en la “Cumbre de las Américas”, 1994. Habrá que ver si hay mucho trecho entre las promesas y los hechos.
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Fuentes:
MIAMI HERALD, Andres Oppenheimer
SÖLO EN ESTADOS UNIDOS, Evan Thomas, Holly Bailey, Richard Wolffe
ORO NEGRO, Ciro Di Constanzo
ELIMINAR EL MITO REVOLUCIONARIO, Krauze/ Mewsweek-Febrero 2008
CUANDO LAS SUPERPOTENCIAS RESBALAN, Peter Schiff, Europacific Capital 2008
SÖLO EN ESTADOS UNIDOS, Evan Thomas, Holly Bailey, Richard Wolffe
ORO NEGRO, Ciro Di Constanzo
ELIMINAR EL MITO REVOLUCIONARIO, Krauze/ Mewsweek-Febrero 2008
CUANDO LAS SUPERPOTENCIAS RESBALAN, Peter Schiff, Europacific Capital 2008
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