ASI ESTAN LAS COSAS EN PERU.
Arequipa, para decepción de muchos, ha puesto la nota disonante en este concierto de voluntades por el crecimiento y desarrollo que busca el país. Allí una reducida minoría -vinculada al extremismo- se ha encaramado en la dirigencia ampliada de la región y pone las notas en el pentagrama de agitación social pidiendo extremistamente la renuncia del Jefe de Estado. Una facción está pidiendo subsidios y el gobierno ha cedido con la ampliación de Fondo de Compensacion de los Combustibles. ¿Hasta qué punto se puede sostener estos subsidios? Todo el mundo sabe que los precios del petróleo seguirán en alza -tal vez US$ 100 el barril-, de manera tal que si sigue esta espiral petrolera en algún momento los precios de los combustibles tendrán que sincerarse. No depende de un asunto interno, sino del mercado internacional y no hay fondo que aguante (Solo hay 100 millones de soles).
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Además el gobierno acaba de anunciar la rebaja de los aranceles a la harina de trigo (para que no suba el precio del pan) y a los fertilizantes (para aplacar las iras de los agricultores), cosa que no es cuestion de sectorizar sino de darle un tratamiento integral. Así, por ejemplo, no por el hecho de subsidiar la harina de trigo para el pan, se puede castigar a los molineros sin rebaja de arancel al trigo como insumo para sus industrias, lo cual los arrastraría a una competencia desleal. Arequipa impone subsidios y el regimen cede y consiente.
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En cambio, buenos reflejos tuvieron los comerciantes de Andahuaylas, que previendo el peligro económico de un paro, salieron masivamente a las calles para hacer entrar en razón a los miles de agricultores en una movilización agresiva en demanda de proteccion contra el alza de los insumos quimicos para sus siembras.
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De otro lado, la marcha que avanza hacia Lima desde Ayacucho (parece que una faccion acordó a ultima hora no plegarse a la Marcha de los Wari) pide más salud, educación y agricultura. Pero tambien aspira a la instalación de una planta de gas en su región, habida cuenta que el oleoducto atraviesa sus andes, pero este es un pedido imposible de cumplir, en tanto no haya inversionistas interesados en invertir en alguna mina que requiere del recurso energético y parte de ello se pueda abastacer con gas a Ayacucho que tiene un problema de mercado, es decir, pocos consumidores para hacer rentable cualquier proyecto, pero hay que hacer algo. Por lo pronto, el Ministerio de Agricultura ofreció firmemente que llegarán créditos blandos vía Banco Agrario.
Además el gobierno acaba de anunciar la rebaja de los aranceles a la harina de trigo (para que no suba el precio del pan) y a los fertilizantes (para aplacar las iras de los agricultores), cosa que no es cuestion de sectorizar sino de darle un tratamiento integral. Así, por ejemplo, no por el hecho de subsidiar la harina de trigo para el pan, se puede castigar a los molineros sin rebaja de arancel al trigo como insumo para sus industrias, lo cual los arrastraría a una competencia desleal. Arequipa impone subsidios y el regimen cede y consiente.
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En cambio, buenos reflejos tuvieron los comerciantes de Andahuaylas, que previendo el peligro económico de un paro, salieron masivamente a las calles para hacer entrar en razón a los miles de agricultores en una movilización agresiva en demanda de proteccion contra el alza de los insumos quimicos para sus siembras.
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De otro lado, la marcha que avanza hacia Lima desde Ayacucho (parece que una faccion acordó a ultima hora no plegarse a la Marcha de los Wari) pide más salud, educación y agricultura. Pero tambien aspira a la instalación de una planta de gas en su región, habida cuenta que el oleoducto atraviesa sus andes, pero este es un pedido imposible de cumplir, en tanto no haya inversionistas interesados en invertir en alguna mina que requiere del recurso energético y parte de ello se pueda abastacer con gas a Ayacucho que tiene un problema de mercado, es decir, pocos consumidores para hacer rentable cualquier proyecto, pero hay que hacer algo. Por lo pronto, el Ministerio de Agricultura ofreció firmemente que llegarán créditos blandos vía Banco Agrario.
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Además del bloqueo de carreteras, los manifestantes impiden el libre tránsito de turistas, como lo acabamos de ver en el Cuzco, camino al Aeropuerto. No se limitan a hacer manifestaciones locales, sino también marchas, como la que organiza un sector de Ayacucho hacia Lima, pidiendo cosas imposibles. Nadie niega la justicia de sus reclamos, pero es necesario ser más objetivos en la solución del problema que puede comenzar, por ejemplo, con el aporte de cuadros técnicos universitarios para ayudar a hacer y ejecutar proyectos de inversión con el dinero que el gobierno central ha transferido a esas regiones. A la luz de estos hechos, resulta extraño el anuncio de una posible desaparición del Consejo Nacional de Descentralizacion (CND), que, mal que bien, tiene algún poder de concertación entre las regiones y el gobierno central.
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Resulta inquietante, pues, que los gobiernos regionales quieran hacer las cosas a su manera sin tener en cuenta que el Perú constitucionalmente tiene un gobierno que es unitario, representativo y descentralizado. Las regiones son pues autónomas, pero con sentido de integración nacional y que no le pueden hacer el juego a sectores extremistas que buscan incendiar el país para postergar el crecimiento y aumentar la pobreza. Hay algo que está fallando en inteligencia. No puede ser que el Primer Ministro se entere por los medios de comunicación sobre las revueltas sin tener mecanismos de prevención o alerta informativa. Definitivamente, el sistema de inteligencia no ha sido reinstalado con profesionalismo, problema que persiste desde Paniagua, Toledo y ahora con García.
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Sea como fuere, lo que pasa es que la gente ve que la caja está boyante en las arcas del Banco Central de Reserva. Se necesita hacer pedagogía y hacer entender a los dirigentes de la sociedad que ese respaldo monetario es lo que precisamente hace que vengan los capitales extranjeros al país porque aprecian mucho la responsabilidad fiscal, el crecimiento sostenido y casi inexistente inflación. Si estamos a un paso de lograr el ansiado grado de inversión -calificación internacional que nos permitirá dinero más barato para el país- es porque hay muestras de responsabilidad en los gobernantes y bajo ruido político. Esto ha convertido a nuestros bonos en apetitosos -nos pagan 6% anual- casi a la par con Colombia y Chile que ven, dicho sea de paso, cómo el Club de Paris acepta el pago de la deuda externa peruana en soles. Y es que el ejecutivo internacional ha empezado a creer en la solidez de nuestra moneda. Por ello, el Banco Mundial anuncia que en los próximos cinco años habrá desembolsos por inversores extranjeros del orden de los US$ 10.000 millones.
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Sin embargo, ninguno de estos escenarios deben producir saltos o sobresaltos. Es un reclamo ciudadano a los cuales el estado debe dar una más rápida, orgánica y responsable respuesta que signifique estrechar el cerco a los extremistas y ampliar el espacio a las salidas inteligentes.
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Los capitalistas quieren seguir viniendo al país -nadie duda que es una inversion de riesgo hacerlo-, pero debemos darles las facilidades para que se inserten en el circuito interno via agilización y amplificación de concesiones, dándoles seguridades para ingresar a un mercado coherente en libertad, propiedad y seguridad.
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Todo lo demás es un asunto de seguridad nacional cuyos operadores deben reforzar sus esquemas para devolver la tranquilidad pública al país, mientras los técnicos hacen su trabajo sobre como canalizar la riqueza de manera mas equitativa en costa sierra y selva. Habrá que ver
Además del bloqueo de carreteras, los manifestantes impiden el libre tránsito de turistas, como lo acabamos de ver en el Cuzco, camino al Aeropuerto. No se limitan a hacer manifestaciones locales, sino también marchas, como la que organiza un sector de Ayacucho hacia Lima, pidiendo cosas imposibles. Nadie niega la justicia de sus reclamos, pero es necesario ser más objetivos en la solución del problema que puede comenzar, por ejemplo, con el aporte de cuadros técnicos universitarios para ayudar a hacer y ejecutar proyectos de inversión con el dinero que el gobierno central ha transferido a esas regiones. A la luz de estos hechos, resulta extraño el anuncio de una posible desaparición del Consejo Nacional de Descentralizacion (CND), que, mal que bien, tiene algún poder de concertación entre las regiones y el gobierno central.
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Resulta inquietante, pues, que los gobiernos regionales quieran hacer las cosas a su manera sin tener en cuenta que el Perú constitucionalmente tiene un gobierno que es unitario, representativo y descentralizado. Las regiones son pues autónomas, pero con sentido de integración nacional y que no le pueden hacer el juego a sectores extremistas que buscan incendiar el país para postergar el crecimiento y aumentar la pobreza. Hay algo que está fallando en inteligencia. No puede ser que el Primer Ministro se entere por los medios de comunicación sobre las revueltas sin tener mecanismos de prevención o alerta informativa. Definitivamente, el sistema de inteligencia no ha sido reinstalado con profesionalismo, problema que persiste desde Paniagua, Toledo y ahora con García.
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Sea como fuere, lo que pasa es que la gente ve que la caja está boyante en las arcas del Banco Central de Reserva. Se necesita hacer pedagogía y hacer entender a los dirigentes de la sociedad que ese respaldo monetario es lo que precisamente hace que vengan los capitales extranjeros al país porque aprecian mucho la responsabilidad fiscal, el crecimiento sostenido y casi inexistente inflación. Si estamos a un paso de lograr el ansiado grado de inversión -calificación internacional que nos permitirá dinero más barato para el país- es porque hay muestras de responsabilidad en los gobernantes y bajo ruido político. Esto ha convertido a nuestros bonos en apetitosos -nos pagan 6% anual- casi a la par con Colombia y Chile que ven, dicho sea de paso, cómo el Club de Paris acepta el pago de la deuda externa peruana en soles. Y es que el ejecutivo internacional ha empezado a creer en la solidez de nuestra moneda. Por ello, el Banco Mundial anuncia que en los próximos cinco años habrá desembolsos por inversores extranjeros del orden de los US$ 10.000 millones.
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Sin embargo, ninguno de estos escenarios deben producir saltos o sobresaltos. Es un reclamo ciudadano a los cuales el estado debe dar una más rápida, orgánica y responsable respuesta que signifique estrechar el cerco a los extremistas y ampliar el espacio a las salidas inteligentes.
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Los capitalistas quieren seguir viniendo al país -nadie duda que es una inversion de riesgo hacerlo-, pero debemos darles las facilidades para que se inserten en el circuito interno via agilización y amplificación de concesiones, dándoles seguridades para ingresar a un mercado coherente en libertad, propiedad y seguridad.
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Todo lo demás es un asunto de seguridad nacional cuyos operadores deben reforzar sus esquemas para devolver la tranquilidad pública al país, mientras los técnicos hacen su trabajo sobre como canalizar la riqueza de manera mas equitativa en costa sierra y selva. Habrá que ver
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