miércoles, 28 de julio de 2010

Atención inversionistas

CON EL OJO PUESTO EN LA ECONOMIA PERUANA

JESUS JIMENEZ LABAN

A los ojos de los analistas, estos son temas que darán que hablar si no en las próximas semanas, en los meses venideros porque tienen que ver con la médula de la economía privada del país.

Si alguien preguntara que partes del discurso del Presidente Alan García despiertan curiosidad e interés de los inversionistas, no cabe duda que la respuesta sería el gas, la renegociación de los contratos, el tratamiento de la exportación, extracción y distribución del recurso hacia los potenciales consumidores. Como todo el mundo sabe, el gas es un recurso energético agotable. Sea cierto o irreal las cifras que presentan los oponentes a la exportación han precipitado una virtual renegociación del contrato con el consorcio Gas de Camisea que empieza la primera semana de Agosto.

El Presidente Alan García ha explicado que la renegociación del contrato con el consorcio Gas de Camisea se debe, en esencia, a que desaparecieron los beneficios para el Perú que se calcularon inicialmente en el mercado internacional por una caída de los precios, teniendo como referente el índice internacional. Justificó la decisión de su gobierno porque –en su opinión- exportación del gas pague menos regalías que el consumo interno porque ello significaría que el mercado nacional subsidie a los consumidores extranjeros, (lo) que es injusto.

Sin embargo, reconoció que jamás habrían llegado inversiones de no haber hecho oferta de exportación de gas. La gran pregunta es si la decisión es de priorizar el mercado de los consumidores peruanos qué lote asignará para la exportación. No hay que olvidar lo dicho por el presidente Alan Garcia. “El gas natural del Lote 88 se destinará, junto con el Lote 58, al consumo de Quillabamba, Cusco, Arequipa, Puno, Juliaca y Moquegua”, manifestó.

Sin embargo, vale recordar que cifras oficiales dadas a conocer con motivo de Fiestas Patrias, muestran que las reservas internacionales bordean los 37.000 millones de dólares, en tanto los tratados de libre comercio aseguran el 85 por ciento de las exportaciones distribuidas entre los mercados de EE.UU, China y la Unión Europea. Queda claro, según el mensaje presidencial, que en cuatro años las inversiones privadas (70.000 millones de dólares) superan a las inversiones del Estado (22.000 millones de dólares)

Sin hacer anuncios importantes, muchos reconocen la autocrítica que hizo el Jefe de Estado respecto de la corrupción, la contaminación ambiental y alteración del ecosistema – en temas vinculados a Business Track, inminente cancelación de licencia de Doe Run, tala de bosques, depredadores y e informalidad minera.

Se especulaba con anterioridad al mensaje acerca de movimiento en el impuesto a la renta y el impuesto general a las ventas, pero esto no sucedió. De interés empresarial es, en cambio, el uso del factoring como medio de pago por adelantado de facturas para evitar problemas de descapitalización en las micro, pequeñas y medianas empresas.

De otro lado, hay dos logros en los cuales el Jefe de Estado ha señalado con énfasis en su discurso. De un lado, la decena de regiones que abandonan el analfabetismo y la casi veintena de distritos judiciales que han implementado el nuevo Código Procesal Penal (NCPP), aunque ha reconocido, por primera vez, sus vacíos.

Aunque queda la posibilidad de publicación de normas complementarias al mensaje, en el tema de seguridad –preocupación creciente de la ciudadanía- se ha limitado a señalar que existe una aparente descoordinación entre la policías, los municipios, serenazgo y las juntas vecinales en lugar de operar de manera concertada en una tarea de protección al vecino.

Se habla del último discurso del Presidente Alan García. Quienes conocen de su temperamento dejan abierta posibilidad de mensajes en cadena para Octubre, Diciembre, Abril, fechas clave del momento electoral. Incluso, siguiendo a Rosa Maria Palacios, el 27 de Julio de 2011, la vísperas de la ceremonia de transmisión de mando.

¡Atención peruanos!


LOS INTERESES DEL PERU

JESUS JIMENEZ LABAN

A mediados de la década de los años 20 del siglo pasado, el insigne poeta César Vallejo escribía en sus artículos –documentos recién publicados- acerca del Perú como una nación en formación, de un país que ingresa a un periodo de paz constructiva –después de un inicio republicano marcado por los golpes de estado y las guerras civiles. Vallejo hablaba de un país viable hacia la modernidad, visión que años después compartiría el ilustre educador Jorge Basadre como una tierra de posibilidades y de futuro. Es más, invocaba a los peruanos a no perder la esperanza.

Pero en la misma medida, Basadre -valorado y respetado intelectual- hablaba de los causantes del atraso como país. A su modo de ver, los retardatarios –los ideólogos que creen tener sólo ellos la razón-, los incendiarios –los que le complican la vida a la nación con actitudes desestabilizadoras- y los podridos –clara alusión a los corruptos- el gran tumor contra lo que requiere hundir el bisturí, pero con eficiencia -en poco tiempo- y eficacia –en función de los sagrados intereses del Perú.

Ya se vislumbra desde los cielos un gigantesco manto verde de agroindustria en nuestra costa, un tremendo potencial aprovechado para la agricultura orgánica en nuestra sierra y una riqueza biológica en nuestra selva –como nunca antes se ha visto en el Perú, incluso con los minerales-, a partir de la biotecnología, las patentes medicinales y la bioeconomía. Qué duda cabe, el Perú es una patria grande y promisoria –la tierra de nuestros vivos y de nuestros muertos- que debe profundizar los esfuerzos hacia un entendimiento nacional, teniendo en cuenta su naturaleza pluricultural, multiétnica y biodiversa.

Cualquiera fuere el resultado de esta noble misión, no puede subestimar el efecto perverso de la corrupción en el crecimiento y el desarrollo de los pueblos. El momento no es para discursos bonitos y mediáticos. El país reclama actitud reflexiva, autocrítica y acción para cumplir la palabra dicha, poniendo énfasis en la extirpación de las impurezas –narcotráfico, terrorismo y delincuencia- que contaminan el tejido democrático y alejan al país de su visión de país industrializado e incorporado al G-20.

Como dicen las mentes lúcidas del país –con las cuales cualquier ciudadano responsable podría compartir- no hay explicación acerca de por qué se han postergado reformas importantes o proyectos como las de voto voluntario, la renovación por mitades del Congreso, la separación de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.

En uno de sus primeros mensajes el Presidente Alan García habló de una titánica tarea en la lucha contra la corrupción. El pueblo recuerda cuando nombró a un zar anticorrupción que quedó en nada, incluso el anuncio de la construcción –en versión actual- de la colonia El Sepa, pero no ve nada.

Como apuntan varios analistas, no queda duda que las inversiones ha mejorado la situación del país, trayendo consigo modernidad, amplificando la clase media, dando oportunidades de empleo y un nuevo derecho a partir de los acuerdos de promoción comercial, pero siguen rampantes la informalidad, la falta de cohesión social y la pobreza en muchos centros poblados del Perú. Con miras al bicentenario –que muchos preparan con entusiasmo 2.0- el gran reto es que el bienestar ilumine a todos.

No se trata solamente de que los recursos del Estado vaya únicamente hacia los más pobres sino de hacer esfuerzos visibles por reducir la injusticia y la desigualdad en un país altamente inequitativo, reflejo de lo ocurre en América Latina en su conjunto. De manera que en la medida que se despliega energías hercúleas para disminuir los índices de atraso en calidad de vida, salud, educación, energía, seguridad y brecha digital, la nueva expresión de la pobreza junto al analfabetismo digital, se tenga en cuenta un sentido de equidad y justicia.

Ha llegado la hora de la responsabilidad porque desde esta fecha se inicia un período de transición de un gobierno constitucional a otro igualmente constitucional en el marco de un estado de derecho social y constitucional.

Aquí y en cualquier parte del mundo –donde hay un peruano que ama entrañablemente a su país- lo que reclama con sentido de urgencia la realidad política económica y social del país es entregar el mando el próximo año con un déficit fiscal a raya, sin problemas de deuda externa ni bombas de tiempo para el futuro.

Para hacer grandes reformas se necesitan los primeros 100 o 1000 días de un gobierno. El último año es tiempo de entregar ordenada y civilizadamente la posta al sucesor. En la hora actual, la responsabilidad aconsejaría no hacer anuncios soñadores sino promesas realistas.

martes, 27 de julio de 2010

Somos Libres. ¡Seámoslo siempre!




¡FELICES FIESTAS PATRIAS! ¡VIVA EL PERU!

"El rojo, blanco y rojo verticales, nítidos como una cifra, pintorescos como un cuadro, emocionantes como un poema, hondos como una oración, y más subyugantes aun bajo el frio de extranjeros cielos son, en suma, sobre lomas y valles, picachos y pampas, bosques y punas, barrancos y quebradas, palacios y chozas, batallones y navíos, muchedumbres y paisajes, cadáveres y niños, la esencia o la emanaciòn del Perú". Jorge Basadre